jueves, 4 de marzo de 2010

El fue y siempre va a ser mi abuelo José Scherman


Digna fuerza de voluntad


¿Sabían algo?

A José le decían pocho.

Y que pocho empezó desde muy jovencito a esculpir panes de jabón, también supo ayudar a sus padres en el arte de la sastrería, que fue un excelente alumno del Krause y un mejor estudiante de la universidad de arquitectura, que tuvo muchos hobbies; entre ellos la astronomía, fabricó industrialmente bocinas, que a los 26 años empezó a trabajar como director de obra de edificios de varios pisos, ni más ni menos, que se casó con Raquel y criaron tres hijos, que a los 27 años publicó un libro titulado "Construcción de Telescopios - Manual del Aficionado", siendo actualmente uno de los mas recomendados en la comunidad de astrónomos aficionados en internet, que pintó obras de arte utilizando diferentes técnicas, que realizó e inventó piezas mecánicas con una precisión asombrosa, que plantó plantas y árboles (hasta en la cuadra de su casa plantó un níspero), que se construyó su propio telescopio, incluyendo el pulido de la lente de treinta centímetros de diámetro, que realizó tallados y esculturas en distintos materiales, que dirigió y construyó el edificio llamado "rascacielos botánico", ése que supo una vez ser el más alto de la ciudad, ése, que le sirvió para comenzar a realizar su sueño de alcanzar las estrellas con sus manos.


Ojalá hoy hayas comenzado este, tu gran viaje, ojalá hoy no necesites del telescopio y puedas descifrar bien de cerca y personalmente el enigma que has tenido durante tantos años. Ojalá hoy puedas estar escribiendo ese otro libro para que podamos entender los agujeros negros, las galaxias, las estrellas, los satélites, los planetas, los mundos, así podrás seguir respondiéndonos las miles de preguntas que te hemos hecho y que te seguiremos haciendo.


Con tu "Torino astral" has comenzado tu periplo, el definitivo, el que te ayudará a descubrir tu universo.


Y si, si hay un lugar donde sabremos donde estarás, ese lugar es ahí, en el cosmos.


Desde acá abajo, te decimos: buen viaje, te queremos mucho y cuidate.


Gracias 'pocho' por tus sabios legados.


Ala macon.

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